Rallar la piel de limón. Yo la he cortado intentando no coger la parte blanca y la he metido en la Thermomix con el azúcar moreno para que quedara bien finita.
A continuación, mezclar el azúcar moreno, el blanco y la mantequilla.
Batir con las barillas hasta que se forme una crema.
A continuación, añadir el resto de los ingredientes excepto el azúcar glass.
Mezclar bien. Quedará una masa bastante pegajosa.
Para formar las galletas, podemos dejar enfriar la masa en la nevera para que endurezca un poco, pero no es necesario.
Con una cuchara de té, iremos tomando porciones de masa más o menos iguales y formaremos bolas rebozándolas en el azúcar glass. La masa es muy pringosa, así que se nos pegará a los dedos, de todos modos, con el azúcar, podremos ir formando las bolas. Lo que he hecho es soltar el pedazo de masa sobre el recipiente con azúcar glass y moverlo hasta que se embadurnara bien para poder bolearlo con las manos sin que se pegue.
Después, tenemos que poner las bolas en una bandeja para horno sobre un papel antiadherente. Crecen mucho, así que hay que dejar bastante espacio, 5 cm más o menos entre bolita y bolita.
Cocer en el horno precalentado a 200ºC durante 13 minutos aproximadamente.
Cocer el pollo, la cebolla, la guindilla y la pastilla de concentrado durante 30 minutos en un litro de agua.
Mientras tanto, trocear el aguacate en dados, la lechuga en tiras y los tomates en mitades.
Colocar la lechuga extendida en una fuente y poner alrededor los tomates.
Cuando el pollo esté cocido, desmenuzarlo y freír con las dos cucharadas de aceite, la pimienta y el orégano durante unos minutos, revolviendo de vez en cuando.
Exprimir el limón.
En un bol, poner el aguacate, el cilantro, el zumo de limón y el pollo.
Revolver y cuando esté bien mezclado, colocar sobre la lechuga y servir.